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Las editoriales españolas son un cáncer en la industria. La sencilla razón es que está llevada por frikis que anteponen su gusto al gusto general.
Es como si a mi me pusieran al frente de Televisión Española y pusiera Wonder Woman en Prime Time.
No, vamos a ver, me parece cojonudo que te encante Wonder Woman pero esto sólo lo verán 3 taraos con tus mismos gustos.
El público potencial se compra antes Big in Japan que los tebeos de esa serie que te gustó cuando tenías 8 años y que tienes un buen recuerdo que falsamente se conecta con la calidad.
¿De verdad es mejor publicar cosas como Los Micronautas, Star Trek, la serie regular de Buffy, Alien Legion, Transformers, GIJOE, el Star Wars de Carmine Infantino...
Podrían reeditar ya de paso los minitebeitos que aparecían en los muñecos de Los Masters del Universo. Digo yo. Puestos nostálgicos.
Y si nos pasamos de frikis, nos pasamos también de gafapastas. Padecemos del mismo mal que padece la industria del cine, pero además, tontos que somos, ni tan siquiera somos subvencionados.
Hay un elitismo imbécil de seguir unas normas de calidad y estética que son repateantes.
Cuando todos los trajes tienen un mismo patrón, el traje termina por aburrir, por mucha tela que sea diferente.
Las reglas y el canon deben ser tenidas en cuenta pero para pasársela luego por el forro de los cojones.
Ejemplo claro está eso de que en toda página debe haber un plano detalle y un plano general.
Eso se lo he escuchado yo decírselo a mucha gente.
Vamos a ver.
El plano detalle es para el detalle, y el plano general, para el general. Y hay que usarlos cuando sean necesarios. Si quiero hacer 15 páginas con plano medio las puedo hacer porque me sale de los huevos, de la misma forma que le salió de los huevos a genio de Alfred en La Soga.
De la misma manera. La composición de viñetas debe evitar la monotonía, las alargadas verticalmente dan sensación de vértigo, las alargadas horizontalmente, de movimiento de cámara, que si bla, bla, bla.
Viene David Lapham o Cooke y se cagan en esta regla y además, le queda del carajo.
Y sobre todo, esas reglas se la sudan a la gente. Al público potencial. Ese que le ofreces mil buenos productos cortados con ese patrón estándar y luego se pilla Las Tortugas Ninja originales, tebeo que en la vida podría haberse creado en España.
Igual que tampoco podría haberse creado Superman.
Eran tebeos que se salían de la norma de calidad establecida por unos entes superiores.
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